domingo, junio 07, 2009

UN CAZADOR DE BRUJAS RECORRE LECHERÍAS

Desde Venezuela


UN CAZADOR DE BRUJAS RECORRE LECHERÍAS

ELIGIO DAMAS

Funcionarios policiales de la Alcaldía de Lecherías, una de las tantas creadas para satisfacer la voracidad clientelar de la IV República, a la una de la madrugada, detuvieron a un concejal y un diputado al Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui, al hallarlos haciendo una pinta.
Curiosamente, tanto el periodista de un diario regional particularmente predispuesto contra el gobierno nacional, como el funcionario de la Alcaldía que suministró la información, pusieron énfasis no en señalar, en qué se fundamentan para considerar aquello como delito sino que pintaban “unos murales en contra del canal Globovisión”, (1) como escribiese el periodista. O que, “estaban pintando Globovisión enferma, apágala”, como declaró el director del organismo antes citado.
Pero hay algo más grave, ese funcionario, cuyo nombre no mencionamos por razones de asepsia, declaró además que no detuvieron a los responsables de la pinta sólo por “su inmunidad parlamentaria”. Y lo que es peor, no hace mención, como debe hacerlo, por respeto a la opinión pública, el fundamento legal que le hubiese llevado a detenerles en caso de gozar de impunidad, sino que como un vocero político cualquiera, alegó que “los graffitis (se refiere a aquellos que se pintaron en la madrugada en Lecherías), son simplemente una expresión más de la intolerancia y la arremetida contra los medios”. (2)
Es primordial aclarar, que el funcionario que emite los juicios y hace calificaciones de delito porque alguien expresó su opinión, es parte del sector opositor que persistentemente acusa al gobierno nacional de secuestrar las libertades y sobre todo la relativa a la expresión.
Esas recorridas a la madrugada cazando chavistas que pinten en paredes, siendo ésta una práctica ancestral, abundante y habitual, tanto del lado del gobierno como el opositor, rememoran aquellas cacerías que en Salem, en el hoy Estado de Massachussets, en el año de 1692, llevaron a 25 mujeres a la muerte y otras 200 a prisión, acusadas sin fundamento de prácticas de brujerías.
Uno no sabe si el “cuidadoso” funcionario, convertido en juez y parte, quien sentenció como delito, no la pinta, sino la emisión por ella de un juicio contra Globovisión, sabe quien es Arthur Miller y menos si alguna vez ha oído hablar de la obra teatral de éste “Las Brujas de Salem”,en la que inspirado por aquellos extraños y brutales juicios, escribió su obra para denunciar mediante ella las persecuciones del senador Joseph McCarthy, lo que se dio en llamar el macarthismo, en la década del cincuenta en los Estados Unidos, a todo aquel sospechoso de ser comunista. Y esta calificación se daba a partir del más insignificante indicio. Como este de “intolerancia contra los medios”, como acusó el funcionario de la Alcaldía, por una sencilla pinta que emite un juicio, fundamentado en la libertad de expresión, contra un canal de televisión. Lo cierto es que, sabiendo o no de aquellos irracionales procedimientos, “los juicios de Salem y el mccarthysmo”, actuó como si de ellos se hubiese copiado. Uno bien sabe que los mochos se buscan para rascarse.
Reiteremos, porque es preocupante, como el director de una alcaldía, se convierte en censor y autoridad para juzgar como delito, sujeto a sanción, presume uno que la privación de la libertad, una forma de expresar el pensamiento. Porque es bueno repetirlo, no se preocupó en aclarar si lo punible está en otra cosa, que no haya sido emitir un juicio contra un canal de televisión. Eso en ningún momento lo expresó o quizás ni siquiera tuvo interés alguno. Juzgó que eso era intolerancia y en consecuencia punible; sólo que se salvaron los expresivos por tener inmunidad. Si hubiesen sido unos ciudadanos comunes, en la cárcel estarían.
Pero Lecherías, sus paredes, en distintos espacios, se han llenado y se llenan de pintas contra el gobierno. Al lado mismo de la hecha por el concejal y el diputado, hay una que dice más o menos “Pa la calle. Por el 350 y 333”. Y ese mismo texto, está en muchas de los frontones de la jurisdicción de esa Alcaldía. Al funcionario no le llamó la atención para nada.
Y ese texto si es grave. Constituye una incitación no a la simple actitud de apagar un canal, no verle, sino a atentar contra el Estado de Derecho y la constitucionalidad.
¿Y esas pintas quién las hace en Lecherías? ¿El celoso funcionario que censa en las paredes, ha puesto a sus guardianes a vigilar para detener a los autores de éstas?
No es pensable le cueste mucho saber el origen de las mismas.
Uno podría decir aquello de lo que es igual para la pava lo es para el pavo. Pero aún así se quedaría corto, pues consignas conspirativas contra la estabilidad de la República si son graves y punibles.
Pero de todo esto, lo que me produjo mayor sorpresa y consternación es que el mismo hombre, declaró que los detenidos reconocieron ser autores de los murales y pidieron excusas “por su acción en el tema político”(3). Si leemos bien, constatamos que se insiste que el delito estuvo en el juicio emitido. Esto es mccarthysmo puro, vivito y coleando.
(1-2-3) Diario “El Tiempo”. Puerto La Cruz, 06-06-09.

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