jueves, abril 23, 2009

SE REVELAN OPERACIONES DE LA ULTRADERECHA INTERNACIONAL EN BOLIVIA

ARAUCARIA
CANADA
DIASPORA CHILENA

Se revelan operaciones de la ultraderecha internacional en Bolivia
22 de abril 2009. -

La ultraderecha internacional se infiltró en Bolivia por
conducto del boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa Flores, jefe de la milicia
extranjera que combatió con los secesionistas croatas en la guerra de la
ex-Yugoslavia. Rózsa Flores ingresó al país andino, entre septiembre y
octubre últimos, una célula de 17 mercenarios reclutados en Hungría, y que,
según una investigación del diario bonaerense Página 12, contactó a un grupo
de militares ultraderechistas conocidos en Argentina como
"carapintadas".

Rózsa Flores, articulador de un grupo de terroristas internacionales y abatido
el jueves último por la Policía boliviana, desveló que su misión en Bolivia
era promover, por la vía armada, la secesión de Santa Cruz y la constitución
de un nuevo Estado, durante una entrevista concedida en octubre último a un
periodista croata, Andras Kepes, en la que también confirmó la existencia de
organizadores y financiadores locales del movimiento separatista.

"Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia, basada
en la decisión de Santa Cruz" de obtener una autonomía de corte
federalista, sostuvo en la entrevista que circula en internet.

Rózsa Flores, nacido en 1960 en Santa Cruz, hijo de padre croata y madre
boliviana y que pasó buena parte de su vida en Hungría, ingresó ilegalmente a
Bolivia por la extensa frontera con Brasil, se estima entre septiembre y octubre
último, confió al periodista Kepes.

"Si ellos, el gobierno (de La Paz), no permiten la autonomía de Santa
Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia", declaró en
húngaro el mercenario, un controvertido personaje que se desempeñó como
corresponsal, poeta y escritor y que devino en la milicia ultranacionalista de
Croacia.

Una vez encendido el foco secesionista y constituidos grupos armados en Santa
Cruz, "entonces declararemos hacia afuera la independencia (de esa región
boliviana) y crearemos un nuevo país", admitió durante la entrevista,
cuyos fragmentos pasaron las televisoras Unitel y PAT.

Reveló que su misión recibía el financiamiento de grupos específicos en
Bolivia.

"Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, las mismas
que se obtendrán al margen de la ley. Probablemente desde Brasil, porque en
Bolivia el comercio de armas no es legal", entró en detalles en la
entrevista de 49 minutos concedida por Rózsa, probablemente antes de partir de
Zagreb a Bolivia y en momentos en que grupos civiles se tomaban, en septiembre
pasado, en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija aeropuertos y desbaratan oficinas
públicas, en lo que el gobierno de Morales definió como un golpe de Estado
cívico prefectural, finalmente abortado.

Rózsa Flores, de 49 años, fue abatido por la Policía boliviana el jueves
último en un hotel de Santa Cruz junto al irlandés Dwyer Michel Martin y al
rumano Magyarosi Arpak.

Michael Dwyer, de 24 años , viajó de Irlanda a Bolivia en noviembre anterior
con un grupo de hasta 17 personas, según un reportaje publicado recientemente
por el diario The Irish Times.

Fuentes de la familia Dwyer declararon al impreso que Michael partió a Bolivia
"por un período de tres meses de curso de capacitación vinculado a su
trabajo en la industria de la seguridad", escribe el reporte especialista
en crónica del delito, Conor Lally.

Antes de partir, Michael convenció a su familia que iba a Bolivia a instancias
de un "empresario que lo contactó en Belfast".

Conocido como cantante, Magyarosi era integrante de la Comunidad Islámica
Húngara y fundador de la Legión Székely, un grupo nacionalista de los
húngaros en Rumania. Varias de sus fotografías en internet muestran que se
entrenó en el uso de armas.

Los dos europeos y el boliviano-croata, alojados en el cuarto piso del Hotel
Las Américas, en el centro de Santa Cruz, contestaron la madrugada del jueves
16 de abril con fuego una operación policial y en la refriega fueron abatidos,
de acuerdo con informes de Policía.

Tras los choques armados, la policía aprehendió a otros integrantes de la
banda, el boliviano Mario Tadik (o Fardig) y el húngaro Iedad Tóasó,
encarcelados estos últimos en La Paz.

Tóasó fue compañero de estudios de Magyarosi en Rumanía. Era afiliado a la
Orden de Malta que tiene supuestos objetivos hospitalarios pero que durante
siete siglos fue una orden militar, hasta que tuvo que dejar de serlo tras la
conquista de Malta por Napoleón.

La Policía boliviana informó que un sexto integrante de la banda logró
escabullirse en medio de la refriega.

Las pericias de policía desatadas el jueves último en Santa Cruz condujeron a
un depósito de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Cruz (Cotas, privada) en
el campo de la Feria de Exposición Santa Cruz (Fexpo), que organiza la privada
Cámara Agropecuaria, de Industrias y Comercio (Cainco), donde se halló un
arsenal que las autoridades bolivianas suponen iba a ser utilizado para
perpetrar diversos atentados terroristas en el país, sumido en una ambiente
electoral a ocho meses de los comicios generales en el país.

En el depósito se encontraron varios cilindros de C-4, un explosivo de alto
poder destructivo y de uso exclusivo militar, que no se fabrica en Bolivia.

La operación antiterrorista, por parte de un cuerpo de élite de la Policía
de Bolivia, se registró horas después que desconocidos explosionaran un
artefacto en las puertas de la residencia del cardenal boliviano Julio Terrazas,
sin causar más que daños materiales.

Los vínculos establecidos por Rózsa Flores se extendieron, por otro lado, a
la ultraderecha argentina, según un reportaje de Página 12 que puso en escena
el nombre de un tal Jorge Mones Ruiz, un seguidor del militar Aldo Rico, que se
alzó contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.

De acuerdo con la periodista Nora Veira, de Página 12, Mones Ruiz se habría
reunido los primeros días de este mes en Santa Cruz con Rózsa Flores.

Mones Ruiz oficia como delegado argentino en UnaAmérica, una organización de
ultraderecha que pretende ser la contracara de Unasur, en una cruzada por
denunciar a los gobiernos izquierdistas de América Latina, que recluta fieles y
financiamiento en la derecha de Colombia.

Mones Ruiz estuvo destinado como oficial de inteligencia del Ejército
argentino en Bolivia durante un tramo de la última dictadura, a mediados de los
‘80 y suele jactarse del conocimiento de sus camaradas y ex camaradas
bolivianos.

En su reciente viaje a Bolivia lo acompañó Liliana Raffo de Fernández
Cutiellos, viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, muerto
durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del
Movimiento Todos por la Patria en Argentina.

La mujer visitó en prisión al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández,
acusado de conspirar contra el gobierno de Morales y de la matanza de campesinos
amazónicos en setiembre último.

La mujer y el mayor de Caballería, que se levantó en armas para impedir los
juicios por delitos de lesa humanidad junto a Aldo Rico, habrían conseguido
credenciales de corresponsales del diario Estrella del Oriente, según la
investigación de Página 12.

22 de abril 2009. - La ultraderecha internacional se infiltró en Bolivia por
conducto del boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa Flores, jefe de la milicia
extranjera que combatió con los secesionistas croatas en la guerra de la
ex-Yugoslavia. Rózsa Flores ingresó al país andino, entre septiembre y
octubre últimos, una célula de 17 mercenarios reclutados en Hungría, y que,
según una investigación del diario bonaerense Página 12, contactó a un grupo
de militares ultraderechistas conocidos en Argentina como
"carapintadas".

Rózsa Flores, articulador de un grupo de terroristas internacionales y abatido
el jueves último por la Policía boliviana, desveló que su misión en Bolivia
era promover, por la vía armada, la secesión de Santa Cruz y la constitución
de un nuevo Estado, durante una entrevista concedida en octubre último a un
periodista croata, Andras Kepes, en la que también confirmó la existencia de
organizadores y financiadores locales del movimiento separatista.

"Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia, basada
en la decisión de Santa Cruz" de obtener una autonomía de corte
federalista, sostuvo en la entrevista que circula en internet.

Rózsa Flores, nacido en 1960 en Santa Cruz, hijo de padre croata y madre
boliviana y que pasó buena parte de su vida en Hungría, ingresó ilegalmente a
Bolivia por la extensa frontera con Brasil, se estima entre septiembre y octubre
último, confió al periodista Kepes.

"Si ellos, el gobierno (de La Paz), no permiten la autonomía de Santa
Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia", declaró en
húngaro el mercenario, un controvertido personaje que se desempeñó como
corresponsal, poeta y escritor y que devino en la milicia ultranacionalista de
Croacia.

Una vez encendido el foco secesionista y constituidos grupos armados en Santa
Cruz, "entonces declararemos hacia afuera la independencia (de esa región
boliviana) y crearemos un nuevo país", admitió durante la entrevista,
cuyos fragmentos pasaron las televisoras Unitel y PAT.

Reveló que su misión recibía el financiamiento de grupos específicos en
Bolivia.

"Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, las mismas
que se obtendrán al margen de la ley. Probablemente desde Brasil, porque en
Bolivia el comercio de armas no es legal", entró en detalles en la
entrevista de 49 minutos concedida por Rózsa, probablemente antes de partir de
Zagreb a Bolivia y en momentos en que grupos civiles se tomaban, en septiembre
pasado, en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija aeropuertos y desbaratan oficinas
públicas, en lo que el gobierno de Morales definió como un golpe de Estado
cívico prefectural, finalmente abortado.

Rózsa Flores, de 49 años, fue abatido por la Policía boliviana el jueves
último en un hotel de Santa Cruz junto al irlandés Dwyer Michel Martin y al
rumano Magyarosi Arpak.

Michael Dwyer, de 24 años , viajó de Irlanda a Bolivia en noviembre anterior
con un grupo de hasta 17 personas, según un reportaje publicado recientemente
por el diario The Irish Times.

Fuentes de la familia Dwyer declararon al impreso que Michael partió a Bolivia
"por un período de tres meses de curso de capacitación vinculado a su
trabajo en la industria de la seguridad", escribe el reporte especialista
en crónica del delito, Conor Lally.

Antes de partir, Michael convenció a su familia que iba a Bolivia a instancias
de un "empresario que lo contactó en Belfast".

Conocido como cantante, Magyarosi era integrante de la Comunidad Islámica
Húngara y fundador de la Legión Székely, un grupo nacionalista de los
húngaros en Rumania. Varias de sus fotografías en internet muestran que se
entrenó en el uso de armas.

Los dos europeos y el boliviano-croata, alojados en el cuarto piso del Hotel
Las Américas, en el centro de Santa Cruz, contestaron la madrugada del jueves
16 de abril con fuego una operación policial y en la refriega fueron abatidos,
de acuerdo con informes de Policía.

Tras los choques armados, la policía aprehendió a otros integrantes de la
banda, el boliviano Mario Tadik (o Fardig) y el húngaro Iedad Tóasó,
encarcelados estos últimos en La Paz.

Tóasó fue compañero de estudios de Magyarosi en Rumanía. Era afiliado a la
Orden de Malta que tiene supuestos objetivos hospitalarios pero que durante
siete siglos fue una orden militar, hasta que tuvo que dejar de serlo tras la
conquista de Malta por Napoleón.

La Policía boliviana informó que un sexto integrante de la banda logró
escabullirse en medio de la refriega.

Las pericias de policía desatadas el jueves último en Santa Cruz condujeron a
un depósito de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Cruz (Cotas, privada) en
el campo de la Feria de Exposición Santa Cruz (Fexpo), que organiza la privada
Cámara Agropecuaria, de Industrias y Comercio (Cainco), donde se halló un
arsenal que las autoridades bolivianas suponen iba a ser utilizado para
perpetrar diversos atentados terroristas en el país, sumido en una ambiente
electoral a ocho meses de los comicios generales en el país.

En el depósito se encontraron varios cilindros de C-4, un explosivo de alto
poder destructivo y de uso exclusivo militar, que no se fabrica en Bolivia.

La operación antiterrorista, por parte de un cuerpo de élite de la Policía
de Bolivia, se registró horas después que desconocidos explosionaran un
artefacto en las puertas de la residencia del cardenal boliviano Julio Terrazas,
sin causar más que daños materiales.

Los vínculos establecidos por Rózsa Flores se extendieron, por otro lado, a
la ultraderecha argentina, según un reportaje de Página 12 que puso en escena
el nombre de un tal Jorge Mones Ruiz, un seguidor del militar Aldo Rico, que se
alzó contra el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.

De acuerdo con la periodista Nora Veira, de Página 12, Mones Ruiz se habría
reunido los primeros días de este mes en Santa Cruz con Rózsa Flores.

Mones Ruiz oficia como delegado argentino en UnaAmérica, una organización de
ultraderecha que pretende ser la contracara de Unasur, en una cruzada por
denunciar a los gobiernos izquierdistas de América Latina, que recluta fieles y
financiamiento en la derecha de Colombia.

Mones Ruiz estuvo destinado como oficial de inteligencia del Ejército
argentino en Bolivia durante un tramo de la última dictadura, a mediados de los
‘80 y suele jactarse del conocimiento de sus camaradas y ex camaradas
bolivianos.

En su reciente viaje a Bolivia lo acompañó Liliana Raffo de Fernández
Cutiellos, viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, muerto
durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del
Movimiento Todos por la Patria en Argentina.

La mujer visitó en prisión al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández,
acusado de conspirar contra el gobierno de Morales y de la matanza de campesinos
amazónicos en setiembre último.

La mujer y el mayor de Caballería, que se levantó en armas para impedir los
juicios por delitos de lesa humanidad junto a Aldo Rico, habrían conseguido
credenciales de corresponsales del diario Estrella del Oriente, según la
investigación de Página 12.

De acuerdo con el analista boliviano, Marcos Domic, se trata de la
"conexión ústachas", fascistas croatas, vinculada con la derecha
fascistizada de Santa Cruz.

"Un punto de principio, en el análisis, es que la vinculación no es
entre croatas y descendientes de croatas, sino entre fascistas de origen croata
con otros fascistas que de alguna manera se vincularon con Croacia post
yugoslava. Es decir se trata de vinculaciones ante todo políticas. Se
conectaron fascistas con fascistas. No importa dónde hubieran nacido, qué
idiomas hablaban, cuál era el color de su cabello o qué religión
profesaban", escribió Domic.

"Y son vinculaciones antiguas, que tienen una historia. Esta se remonta a
la segunda mitad de los años de 1940 y dura, al menos, hasta 1950. Notables
personajes bolivianos tuvieron contactos con Ante Pavelic, el ústacha puesto a
dirigir el "Estado Croata Independiente", bajo la ocupación nazi del
entonces Reino de Yugoslavia.

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