domingo, julio 20, 2008

ENTRE BINGHAMTON Y LA HABANA

PUBLICADO POR : Hector García
Subject: Fw: Entre Binghamton y La Habana: Sobre nuestros hermanos colombianos, por Felipe de J. Pérez Cruz
Date: Sat, 19 Jul 2008 00:12:50 +0000
From: La Polilla


VIRTIN RED INFORMATIVA

"Desde el punto de vista revolucionario, no importan las discrepancias; lo que importa es la honestidad con que se opine. De las contradicciones saldrá la verdad"


Fidel Castro Ruz

El profesor James Petras desde el sosegado campus de la Universidad del Estado de Nueva York, en Binghamton, una vez más regala sus reflexiones sobre temas latinoamericanos. Ahora nos ilumina sobre Colombia, ensombreciendo la imagen de la Revolución Cubana, cuestionando la honorabilidad y pertinencia revolucionaria de la actuación de Fidel Castro (1)
El profesor Petras no hace mucho, se sintió aludido cuando el Comandante de la Revolución Cubana utilizó el término "superrevolucionarios", para alertar sobre esa petulante manera de actuar de algunos compañeros intelectuales de izquierda, tal si fueran jueces y dueños absolutos de la verdad, por encima de todos y todo, con licencia para criticar y cuestionarnos a unos y otros (2) Entonces el profesor estadounidense arremetió con acidez, desmesura y –como de costumbre- con más prejuicios que datos, contra el socialismo cubano y su líder histórico, para terminar en una muy poco ética contrarréplica, contra un conocido intelectual mexicano, que tuvo la "osadía" de exigirle respeto por la Revolución Cubana, al sabio profesor de Binghamton.


Las "ocho" "tesis" de Petras


Dicen los que saben de publicidad y propaganda, que en el título de un artículo debe estar concentrada la esencia del discurso que se va a desarrollar. Y lo primero que hay que atender en el que Petras titula "Ocho tesis erróneas de Fidel Castro…..", es que el autor nos intenta manipular.


No va a realizar el profesor Petras una disección de tesis realmente sustentadas por Fidel. Tampoco va a exponer "tesis". Ni veremos un listado de ocho ideas claras, didáctica y "académicamente" organizadas. En lugar de tesis en plural, se dedicará a blandir una y otra vez, un juicio sumario contra Fidel y la Revolución, sazonado además, con una cohorte de obcecadas elucubraciones y falsedades. Se trata de un ataque deshonesto y grosero.


Hay compañeros que no consideran serio responder este tipo de panfletos. No coincido siempre con tal apreciación, pero si la compartiera, esta fuera una oportunidad para hacer la excepción: Colombia me apasiona, la quiero muy hondo, y en ese hermano país poseo entrañables amigos y amigas. He tenido el privilegio de trabajar allí como maestro –afirmaba José Martí que este es el mayor honor que un pueblo nos puede otorgar-, aprendí de la inteligencia viva y alegre de niños y niñas, de los jóvenes, crecí con la historia de las luchas magisteriales, con el saber culto de sus profesores. Me siento como cubano, colombiano, y por tanto, obligado a dar mis opiniones. No temo equivocarme en una u otra apreciación: Siempre rectificar es de sabio. Si no me perdonaría el silencio cómplice.


A diferencia del profesor estadounidense, mis criterios no nacen del intercambio con un "altísimo funcionario, un Ministro cubano, que me cuente y hable" (3). Mis fuentes son tan públicas como mis odios y amores.


La Revolución Cubana y la paz en Colombia


Colocar el tema cubano-colombiano en el binomio Fidel Castro y las FARC, es desacertado. El escenario real se abre a una relación mucho más sustantiva: Es el de la Revolución Cubana y la paz en Colombia.


La Revolución Cubana bajo la dirección de su Comandante en Jefe, ha tenido un papel destacado en los esfuerzos por alcanzar la paz, para nuestros hermanos colombianos. Este protagonismo no lo ha buscado. Las partes en conflicto se lo solicitaron. La Habana ha sido sede en más de una ocasión de coordinaciones y reuniones entre el gobierno y las fuerzas guerrilleras.


Si se acepta mediar, cooperar en un conflicto, hay que subordinar simpatías y opiniones, al objetivo mayor para el que se convoca y al que se ha aceptado contribuir: En tal tarea Fidel ha actuado con honor y responsabilidad. Lo hizo como Presidente, lo hace hoy como un soldado de las ideas, que es además, el primer secretario del Partido que gobierna Cuba, por la voluntad –y el sacrosanto voto sostenido y mayoritario - de los cubanos y cubanas.


Fidel medita profundamente cada una de las ideas que nos propone. En el prima por sobre todas las consideraciones, la eticidad política, con que nos ha educado como pueblo en Revolución. Jamás comulga con la mentira, ni titubea si de defender principios se trata. Colocado en la responsabilidad que se ha asumido para con el pueblo colombiano, y sin ambages, el Comandante de la Revolución Cubana ha fijado sus posiciones de manera inequívoca:


"El bombardeo en horas de la madrugada del primero de marzo de un campamento en suelo ecuatoriano – señala Fidel- donde dormían guerrilleros colombianos y jóvenes visitantes de diversas nacionalidades, con uso de tecnología yanqui, ocupación de territorio, tiros de gracia a los heridos y secuestro de cadáveres como parte del plan terrorista del gobierno de Estados Unidos, repugnó al mundo. El 7 de marzo tenía lugar la Reunión del Grupo de Río en la República Dominicana, donde se condenó enérgicamente el hecho, mientras el gobierno de Estados Unidos lo aplaudía" (4). ¿Es esta declaración de Fidel "una exculpación" del régimen colombiano?


El Profesor Petras nos acusa de promover una desmovilización unilateral de las FARC. Y Fidel ha declarado en una de la Reflexiones que precisamente el profesor de Binghamton cita: "no estoy sugiriendo a nadie que deponga las armas, si en los últimos 50 años los que lo hicieron no sobrevivieron a la paz… Nunca apoyaré la paz romana que el imperio pretende imponer en América Latina" (5). Esta es la tesis clara y lúcida de Fidel: Esencia principista de nuestro apoyo a cualquier negociación de paz en Colombia. ¿Realmente resulta lamentable que el profesor de Binghamton, tan interesado en polemizar con las tesis del líder de la Revolución Cubana, le haya pasado "por arriba" a estas afirmaciones, sin siquiera fijarlas como importantes?


La liberación de Ingrid Betancourt, los agentes yanquis y demás prisioneros, coloca al gobierno colombiano, una vez más, en la posibilidad de realizar un gesto de paz, e ir rápidamente a las negociaciones, demostrar ante su nación y la comunidad internacional su voluntad de diálogo y solución pacífica de los conflictos. Si las FARC han declarado abiertamente su disposición a la negociación, si sabemos que una y otra vez los esfuerzos de paz han sido saboteados desde Washington, en contubernio con las fuerzas más regresivas de la oligarquía colombiana, si se percibe que la línea guerrerista es la que ha predominado en la administración de Uribe, al punto de sabotear hasta la entrega unilateral por parte de las FARC de la ex diputada Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Enmanuel: ¿Quién sino el gobierno colombiano, es el principal destinatario del mensaje de paz de Fidel?


Fidel sobre todo, ve los acontecimientos colombianos en su dinámica continental: "Observamos con preocupación cómo el imperialismo trata de explotar lo ocurrido en Colombia para ocultar y justificar sus horrendos crímenes de genocidio con otros pueblos, desviar la atención internacional de sus planes intervencionistas en Venezuela y Bolivia, y la presencia de la IV Flota (6) en apoyo de la línea política que pretende liquidar totalmente la independencia y apoderarse de los recursos naturales de los demás países al sur de Estados Unidos"


¿Es muy difícil entender que en Colombia, se dirime también un hecho de correlación de fuerzas entre la Revolución y la contrarrevolución, a escala suramericana, latinoamericana? En los documentos publicados por las FARC, en las declaraciones de sus dirigentes, en las acciones concretas que emprenden en el seno del movimiento político social del área, se hace evidente que comparten una concepción bolivariana y que perciben esa articulación que poseen sus luchas, con el movimiento nacional liberador y socialista que hoy avanza y conquista, plazas antes solo dominadas por la reacción oligárquica y las burguesías satelizadas. ¿Por qué el profesor de Binghamton, aparentemente tan cercano a las FARC, tan informado, desestima esta posición de los guerrilleros colombianos, la silencia en sus alegatos?


La realidad colombiana

Si se quiere opinar sobre un país hay que intentar sumergirse en sus personajes, en los tejidos no siempre superficiales de sus clases y grupos sociales, tener oído atento a todos, a los "buenos" y los "malos", y a los que no son ni lo uno ni lo otro. Al menos hay que leer – y traducir- la prensa, escuchar –y traducir- los noticieros que orquestan desde la CNN, la USIA, y sus monstruosas cadenas de la desidia y la desinformación. También acopiar lo que modesta y casi siempre con mucho esfuerzo, logran publicar las fuerzas revolucionarias y las organizaciones y movimientos populares. Cuando preciso la imprescindible traducción, no me refiero solo al problema idiomático, la aridez interpretativa es la peor de las incomunicaciones.


Un asunto tan actual como el dictamen del Tribunal Supremo colombiano sobre la ilegalidad de la reelección del Presidente Álvaro Uribe, se puede leer e intentar evaluar desde Binghamton o La Habana, pero siempre nos faltará la apreciación más exacta, que solo se puede construir con los datos de la realidad colombiana, una realidad que además tendrá lecturas múltiples de acuerdo a quienes la hagan y desde donde la perciban. Sin embargo hay hechos que aún en la distancia, se hacen evidentes: Desde el mismo comienzo del confeso soborno de la excongresista Yidis Medina, echó a andar una colosal operación mediática, para "salvar" la figura del Presidente y diabolizar a su acusadora.


Y más allá de lo mediático, en el movimiento real y objetivo: ¿Cómo no percibir que el fallo del Tribunal Supremo colombiano, donde se acusa al gobierno de "una clara desviación de poder" y se solicita la revisión de la legalidad de la reelección del 2006, está inserto en toda una dinámica interna, donde "casualmente" el Congreso de Colombia sufre una grave crisis política y un proceso judicial, que llevó a prisión a por lo menos 32 legisladores, mientras que más de 30 fueron sometidos a investigación por sus presuntos nexos con los escuadrones de ultraderecha?


No ver los hechos tan gruesos que se desatan alrededor del dictamen del Tribunal Supremo de Colombia, es padecer de una supina miopía. Pero considerar que unas u otras declaraciones de Fidel "sirven" para desviar la atención de los asuntos que hoy se dirimen en esa nación, es ya una confirmación de notable ceguera política: Un criterio que acusa una absoluta subvaloración de los sujetos concretos que hoy se enfrentan en esa hermana nación.


En el actual escenario colombiano, transcurre una lógica de acciones y reacciones, donde desafortunadamente para el movimiento revolucionario y progresista, el régimen ha logrado anotarse varias importantes victorias, y no solo victorias militares. El hecho de que luego de negar las acusaciones de soborno, el énfasis del Presidente ha estado en dirimir el asunto en un referéndum, nos puede dar una pista.

No se trata de negarle resultados a los servicios de inteligencia colombianos, no dudo de que en ese y en otros ejércitos latinoamericanos, existan personajes tan eficaces como sus maestros de la Escuela de las Américas, en el triste oficio de matar, corromper, sobornar e incubar traiciones; pero cuánto de medios y fuerzas yanquis, hay en los golpes que recientemente han asestado contra las FARC. Cuánto de guerra psicológica, de terrorismo de Estado made in USA acumula el Plan Colombia, contra la vida y la felicidad de la familia colombiana, esa que sufre sus muertos desde todos, y por todos los bandos en conflicto. Si no se entiende esta abrumadora realidad, no se puede comprender la Colombia de hoy.

Sin precisión clara y definitiva de dónde está el enemigo fundamental, siempre será muy difícil precisar el eje del movimiento histórico, incluidos tanto los alineamientos políticos principales, como sus sujetos marginales. Las propias FARC, una organización de profundo raigambre antimperialista, siempre han definido con claridad quien está detrás de la oligarquía y el gobierno de turno. El masacrado Comandante Raúl Reyes, en carta a los gobiernos del mundo, así lo fijaba: "Es gracias al apoyo de los Estados Unidos que hoy puede sostenerse en pie la política represiva de Uribe llamada Seguridad Democrática" (7) Y este es el concepto que se subraya en todas las Reflexiones de Fidel Castro.


¿De no construirse la paz de inmediato cuáles son las alternativas? ¿El aumento del intervencionismo yanqui, su mayor involucramiento y "ayuda" militar, para aprovechar el momento táctico estratégico "desfavorable" a los guerrilleros, para cerrar toda vía a la negociación y fortalecer la línea guerrerista y genocida dentro del gobierno colombiano? ¿La respuesta armada de las FARC para defender sus territorios, demostrar su capacidad de lucha y posibilidades de golpear tanto en los frentes de combate, como en la profunda retaguardia gubernamental? ¿Es el retroceso de los esfuerzos de paz, y el recrudecimiento de la guerra y la muerte, lo que se percibe como futuro conveniente desde la perspectiva del profesor de Binghamton?


Cuba, Fidel y las FARC


Fidel se siente muy cercano y comprometido con el proceso revolucionario colombiano. Tanto como aquel 9 de abril de 1948, en que con su temprano sentido de justicia social y solidaridad antimperialista, casi con 22 años y un fusil, se incorporó al mar de pueblo que hizo del Bogotazo, uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia contemporánea de Colombia y América Latina.


No es la primera vez que Fidel habla de Marulanda, y estoy convencido de que no será la última. El respeto que siente nuestro Comandante por el Comandante de las FARC es público y conocido El líder cubano siempre ha referido con admiración el hecho de que Marulanda se alzó en armas, cuando aún el intentaba utilizar las vías de la política burguesa para impulsar desde la Ortodoxia, un proyecto revolucionario.


Cubano y revolucionario, he saboreado al diálogo de ideas y pasiones que Fidel Castro sostiene con mi pueblo, he aprendido a conocerlo en los saberes, valores y sensibilidades que nos comparte; pero no por ello un analista alejado de nuestra cotidianidad, está imposibilitado de acercarse con certeza a las más definitivas esencias del Comandante en Jefe, incluso aquellos que precisan de listar "datos", pueden quedar satisfechos: Conózcase la vida de Fidel, léase su obra, atiéndase a las soluciones que plantea sobre el problema filosófico del mundo, del hombre y la mujer, la educación y cultura, estúdiese su evaluación de las más diversas figuras históricas y contemporáneas, y sin peligro a equivocaciones podremos entender el sentido y la magnitud de sus conceptos e ideas sobre la personalidad histórica de Marulanda.


Para Fidel, Marulanda fue un campesino para gloria del campesinado. Tuvo una notable inteligencia natural, para bien de las causas libertarias. No alcanzó estudios superiores: ¡más meritos de autosuperación, de inteligencia, voluntad y capacidad!


Fidel, que sin dudas admira el genio del guerrillero colombiano, calcula no sin tristeza cuanto más útil su pueblo lo tendría, si la oligarquía y el imperio no le hubieran negado a él y a millones de hombres y mujeres de Nuestra América, oportunidades de estudio, el derecho a una niñez y juventud académicamente culta; si en vez de obligarlo a la guerra revolucionaria, hubiera podido desarrollar toda su pasión y talento en la revolución de la paz, en la construcción de la sociedad socialista. Quizás hoy tuviéramos un Marulanda científico, o Colombia se honraría junto al Gran Gabo, de otro Premio Nobel de Literatura.


Puede que no se comparte la evaluación del pensamiento de Fidel que realizo, que no se domine en su particularidad la metódica cualitativa que propongo, o que no se disponga de "tiempo" para ir a la especificidad del enfoque interdisciplinario que precisa, pero conózcase o no a Fidel Castro, estése de acuerdo o en discrepancia con sus posiciones, se utilice para su estudio una u otra metodología, incluso si no se utiliza método alguno, y se evalúa su figura y pensamiento a empírea pura, siempre habrá que tener en cuenta, necesariamente, un elemental sentido de respeto hacia la personalidad histórica que tratamos, hacia lo que realmente ha sido y es como figura imprescindible del panorama latinoamericano y mundial, a lo que es y representa para millones de cubanos que lo amamos y seguimos. La burda manipulación de las palabras del Fidel sobre Marulanda, el poner en boca del líder cubano lo que sólo puede está en una mente adiestrada en la calumnia, constituye un acto de vileza de James Petras. Es además una provocación, con el avieso fin de zaherir, intrigar y dividir.


Las simpatías que tiene el legendario Comandante Marulanda, en lo profundo de nuestro pueblo, no las negamos. A su vez, desde las FARC, siempre ha trascendido cariño y respeto por los cubanos y cubanas, solidaridad con la Revolución.


Resulta evidente que el pensamiento "marxista" racionalizado en la disciplina positivista de una academia occidental, precisa de "tocar" datos que "prueben". Y por otra parte hay que comprender que la experiencia acumulada en las lides "progre" en las ciudadelas del imperio, en las estancias solidarias y visitas de "estudio" a Nuestra América, si bien acreditan un posicionamiento de izquierda y aportan esos datos tan necesarios para la arquitectura teórica occidental, no pueden ayudar a penetrar el complejo y multifacético entramada latinoamericano. Ese mundo paralelo "de lo real maravilloso" que coexiste "objetivamente" en el Caribe y la mayor parte de Latinoamérica, muy fuerte en pueblos latinoafricanos, en cubanos y colombianos, queda muchas veces, lejos del escarpelo de nuestros analistas: Tradición, mística, pertenencia, magia de cariños, amor…. Es demasiada "inmaterialidad".


Cuba es un país de mambises guerrilleros, que cargaban al machete contra cuadros cerrados de fusiles colonialistas. Así se forjo la patria y nació la nación. No hay escolar cubano que no sepa que fue el dominicano generoso Máximo Gómez el que dirigió la primera carga al machete, nos adiestro en la guerra de guerrillas, y forjó a una pléyade de héroes, con Antonio Maceo como paradigma. Crecimos las últimas generaciones de cubanos con las historias de los barbudos, de la Guerra de Liberación; nuestro prototipo de ser humano superior es un guerrillero: El Che Guevara. Nos hermanamos con los combatientes de los frentes guerrilleros en América Latina y en África, con los vietnamitas. Cuando masivamente fuimos a dar nuestro aporte solidario a la liberación de otras tierras, nos llevamos a ese guerrillero que nos acompañaba desde la niñez, emulamos con nuestro propio imaginario, y sentimos también lo terrible del drama humano en la guerra, el agotamiento de las marchas, la tensión en la sorpresa del ataque, la imagen temerosa de la muerte probable, que se desvanece en ráfagas y explosiones, para sorprenderte en la carne destrozada de un camarada… En cada municipio del país hay un panteón que guarda y recuerda a los caídos. Trescientos cincuenta mil cubanos han cumplido honrosas misiones como combatientes de la libertad, y junto a ellos también pelearon en la retaguardia del hogar, sus madres, esposas, hijas e hijos: ¿Cómo no va un cubano o cubana a solidarizarse, a sentirse hermanado con un guerrillero latinoamericano?


No son secretas las divergencias tácticas que los revolucionarios cubanos han tenido con unas y otras organizaciones de partidos y movimientos en nuestra región. Fidel se ha referido a las guerrillas y ha aportado sus valiosos testimonios. Espero que en el futuro nos brinde en este y otros temas su inapreciable aporte. Pero en general, no está aún suficientemente dilucidada la historia de la lucha guerrillera en América Latina. Proceso tan peliagudo, heroico e inexplorado, no puede ser resuelto con el limitado esquema del llamado foquismo, con que pretende dar juicios conclusivos el profesor Petras. Éste, por demás, ha sido un tema muy contaminado por la propaganda anticubana, a través de la cual y de forma reiterada, se ha intentado menospreciar y deformar la participación de los internacionalistas cubanos y del Che Guevara: a propósito, ¡qué casualidad que el profesor de Binghamton siempre tiene la información más inexacta y tendenciosa sobre Cuba y Fidel!


No me atrevería a herir con mis modestas recomendaciones la augusta majestad del profesor estadounidense, pero si estas líneas las lee alguno de sus alumnos de habla hispana (carezco de "equipo" que me traduzca, y ni soñar en estos momentos con dar una cátedra en el país del Norte, pues el Sr. Emperador Bush en el 2004, en una de sus frecuentes conversaciones con Dios, fue advertido de mi condición cuasi terrorista, y decidió que mi presencia por aquellos lares ponía en peligro "la seguridad nacional", y desde entonces, me ha negado reiteradamente volver a visitar las universidades de ese país) y desea estudiar este apasionante tema de las guerrillas en América Latina, y del susodicho "foquismo", yo le recomendara tres pasos iníciales:


Primero, orientarse en el nacimiento del propio término, en esa década maravillosa de los sesenta del siglo pasado, cuando un francesito que después habló demasiado cuando no podía ni debía hacerlo, intentó sintetizar toda la experiencia de la Revolución cubana, en una fórmula mágica para hacer la revolución.

Segundo, leer a Roque Dalton, aquel poeta guerrillero, de análisis profundo y versos definitivos.

Tercero, que no olvide que lo que para él es "un proceso de estudio" para los latinoamericanos son hechos de vida, luchas extraordinarias, debates aún inconclusos, represiones, muertes heroicas…

Sobre las relaciones de la Revolución Cubana con las FARC, no tengo que apelar a la supuesta confesión que afirma el profesor Petras, le hizo un compañero de la dirección del país –un Ministro, dice-, para tener la dimensión ética de las relaciones de mi Partido y Revolución con los guerrilleros colombianos. Después del 11 de septiembre del 2001, a raíz de la brutal campaña antiterrorista de Bush, el mayor terrorista del planeta, algunas izquierdas en la región se sintieron presionadas por la imagen de narcoterroristas con que el imperio trata de desprestigiar y aislar a las FARC. No faltaron quienes vacilaron y quisieron apartar a los compañeros colombianos. Y en tal circunstancia se hizo presente la firme posición solidaria de la Revolución Cubana. Puedo dar testimonio de que esa es la historia. Los compañeros de las FARC y otros camaradas y amigos de partidos y movimientos de izquierda pueden dar fe de ello.


Por demás, nada hay que esclarecer sobre la actual posición de Fidel Castro en referencia a las FARC. Más allá de elucubraciones y tergiversaciones, son muy precisas las conocidas declaraciones de nuestro Comandante: "Critiqué con energía y franqueza los métodos objetivamente crueles del secuestro y la retención de prisioneros en las condiciones de la selva. Pero no estoy sugiriendo a nadie que deponga las armas, si en los últimos 50 años los que lo hicieron no sobrevivieron a la paz. Si algo me atrevo a sugerir a los guerrilleros de las FARCC es simplemente que declaren por cualquier vía a la Cruz Roja Internacional la disposición de poner en libertad a los secuestrados y prisioneros que aún están en su poder, sin condición alguna. No pretendo que se me escuche; cumplo el deber de expresar lo que pienso. Cualquier otra conducta serviría sólo para premiar la deslealtad y la traición" (8).


El Polo Democrático Alternativo


La historia no se construye como la quisiéramos escribir, desde nuestras preferencias ideológicas y políticas, sino como realmente sucede. La centralidad del acontecer que marca la presencia de las fuerzas guerrilleras colombianas, es un hecho ineludible en el escenario político del país, su protagonismo es decisivo para derrotar al intervencionismo estadounidense y la reacción oligárquica.


Paz con justicia social defienden las FARC, y no puede existir una mejor plataforma para construir el país soberano, libre y próspero que merece el pueblo colombiano. Raúl Reyes había fijado este punto: "No hay democracia donde hay miseria, ni hay paz donde hay opresión. Es ahora cuando debe ser escuchada la voz de los pueblos; y la voz del pueblo colombiano es clara y firme: queremos paz con justicia social, no queremos más guerra fratricida, no queremos que el imperialismo estadounidense decida lo que sólo compete a los colombianos y a las colombianas decidir" (9).


De la solución patriótica y pacífica del conflicto armado depende el futuro de Colombia. Pero si de pensar la realidad y la prospectiva colombina se trata, hay que incorporar otros sujetos, factores y movimientos.


Resulta significativo que luego de focalizar el conflicto armado, fijar sus simpatías y coincidencias con los guerrilleros –los "buenos"- y atacar a los oligarcas, militaristas, paramilitares y narcos –los "malos", muy malos, malísimos, diríamos en plena coincidencia-, nada más resulte interesante para un analista en Binghamton. Sin embargo siete millones de colombianos –se considera que casi diez en cifras no oficiales-, entre la sexta y la cuarta parte de la población del país, viven en Bogotá con un gobierno de izquierda, en una experiencia en mucho inédita. Se trata de los esfuerzos conjuntos del Polo Democrático Independiente y las fuerzas que componen la coalición Alternativa Democrática (Frente Social y Político, MOIR, Unidad Democrática, Movimiento Ciudadano y Opción Siete), que ya han ganado por segunda ocasión la importante posición capitalina.


El Polo es múltiple y plural, hay compañeros que vienen de las mil luchas épicas del pueblo colombiano: comunistas, socialdemócratas, nacionalistas y liberales de izquierda… unos, otros, y muchos más, incluidos miles de colombianos que hasta ahora no se habían decidido a actuar en política. En tal arco iris, la reacción trata siempre de dividir, y también aprovecha las circunstancias para lo que mejor saben hacer: confundir, reverdecer viejas y nuevas discrepancias, sembrar prejuicios y agentes, corromper y comprar.


Pero lo significativo es que esta fuerza hasta ahora ha logrado vencer las trampas del imperio y la oligarquía y crecer; que logró fracturar la hegemonía ideológica conservadora, y la psicología del terror, con que se paralizó durante décadas a la sociedad civil colombiana. En las últimas elecciones nacionales del 2006, este frente asumido como Polo Democrático Alternativo (PDA), logró que más de dos millones 600 mil colombianos -sobre el 22 por ciento de los electores- votaran por su propuesta. Se rompía así definitivamente, el bipartidismo oligárquico burgués que desde el Siglo XIX, alternó en el desgobierno del país a liberales y conservadores.


Para el conjunto de fuerzas del Polo y sus aliados, la solución del conflicto armado interno en Colombia debe ser política y no militar. Por ello, se pronuncian por acudir a diálogos y negociaciones en busca de acuerdos de paz. Afirman y en buena medida trabajan -lo he constatado personalmente- por una política de paz activa, que se propone realizar profundas reformas democráticas de las estructuras de exclusión social, política y económica existentes en el país (10). En el mismo momento en que se tuvo conocimiento de la liberación de Ingrid Betancourt, y los demás prisioneros, el Polo Democrático Alternativo dio a conocer un comunicado a la opinión pública, en el que señalaba que la ocasión era propicia para iniciar conversaciones de paz (11).


Dentro del Polo, incluso en algunos de sus dirigentes, han existido críticas e incomprensiones hacia Fidel y la Revolución Cubana, tanto en el pasado, como en el presente. El Polo también ha hecho fuertes críticas y acusaciones a las FARC por sus métodos. El debate, las simpatías y discrepancias, con uno u otro punto de vista que defienden compañeros que están en el Polo, no pueden sin embargo llevarnos a desconocerlos.


Quienes optaron por trabajar en los estrechos márgenes de una democracia en constate precariedad, merecen también todo nuestro respeto. Allí donde la miseria estructural y la violencia oligárquica han hecho del crimen organizado y el asesinato político un mal endémico; donde la vida humana pasó a ser una insignificante mercancía que se subasta por unos cuantos dólares, el hacer trabajo de masas resulta una ocupación sólo de valientes. Más respeto aún, si ejercemos el oficio de crítico, desde una confortable cátedra en un país del llamado "primer" mundo.


La prehistoria del socialismo en América


Hay quien no puede, ni quiere, dejar la práctica de las etiquetas sectarias que tanto daño ha hecho al movimiento revolucionario. Y en la lectura del Polo se nos intenta vender desde Binghamton, los mismos esquemas ideologizantes y las mismas descalificaciones sociologicistas de antaño: Se trata de reducirlos con una lapidaria conceptualización: la pequeña burguesía y la "izquierda democrática".


"Las luchas de los trabajadores y los campesinos por el poder político –nos ilustra el profesor Petras cual poseedor absoluto de la verdad- encuentran sus obstáculos más serios para avanzar hacia una transformación social en los partidos electorales organizados de la pequeña burguesía. Por medio de "alianzas políticas", cooptación, relaciones clientelares y diversas desviaciones ideológicas, la clase electoral pequeño burguesa y sus organizaciones afiladas subordinan la acción popular directa a la política electoral, con promesas demagógicas y falaz chalaneo "democrático" (12)


Recordemos que en su momento ciertos poseedores de la absoluta verdad revolucionaria, acusaron a Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena de traición; José Carlos Mariátegui era un seguro revisionista, Augusto César Sandino y Fidel Castro carecían de perspectivas por ser líderes pequeñoburgueses, y Eduardo Chibas y Jorge Eliecer Gaitán, no eran confiables por sus concepciones "burguesas".


Recordemos que el joven Roque Dalton fue asesinado, no por la oligarquía salvadoreña que había puesto precio a su cabeza, sino por una fracción del mismo campo insurreccional. Eran tiempos en que América Latina se inflamaba de rebeldías y el joven James Petras, obtenía por entonces diplomas académicos, acumulaba sus lauros de derechos humanos en las lides estudiantiles de Berkeley, e iniciaba sus primeras lecturas solidarias y estudios "de campo" en la región. De aquellos días recojamos todo el heroísmo. De los dogmatismos, incomprensiones, intrigas y purgas sectarias, nos tenemos que alejar definitivamente. No hay otra opción histórica.


Cuando pensamos en el socialismo en el Siglo XXI, precisamente acreditamos la recuperación creativa de lo mejor de la tradición revolucionaria. Aspiramos y trabajamos para dejar atrás la prehistoria del socialismo en América.


Notas


James Petras: Ocho tesis erróneas de Fidel Castro. Fidel Castro y las FARC, Rebelión, 12-07-2008.
Fidel Castro Ruz: Reflexiones del Comandante en Jefe Los superrevolucionarios, Granma, La Habana, 3 de septiembre del 2007.
Petras: Marulanda el más grande dirigente revolucionario campesino de América Latina, Aporrea, 27 de mayo del 2008.
Fidel Castro Ruz: La historia real y el desafío de los periodistas cubanos, Cubadebate, Rebelión, 04-07-2008.
Fidel Castro Ruz: La paz romana, Cubadebate, Rebelión, 06-07-2008.
Fidel Castro Ruz: La historia real.. Ob cit.
FARC: Carta abierta de las FARC a los gobiernos solicitando reconocimiento como beligerante, 6 de septiembre del 2007.
Fidel Castro Ruz: La historia real.. Ob cit.
FARC: Carta abierta de las FARC… Ob cit
Ideario de unidad. Suscrito entre el Polo Democrático Independiente y Alternativa Democrática en el momento de la creación del Polo Democrático Alternativo, Polo Democrático Alternativo, Bogotá, 19 de junio de 2007, http://www.polodemocratico.net
Carlos Gaviria Díaz: Debemos buscar la paz por el camino civilizado del diálogo": Gaviria, Polo Democrático Alternativo, jueves 10 de julio de 2008, http://www.polodemocratico.net
James Petras: Imperialismo y el juego electoral de la pequeña burguesía y de la "izquierda democrática, Polo Democrático Alternativo, 24 de octubre de 2007


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Lic. Rosa C. Báez

http://lapolillacubana.wordpress.com

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