sábado, junio 21, 2008

LEOPOLDO LÒPEZ, PLAN ABECEDARIO Y CÒDIGO 8

Desde Venezuela



LEOPOLDO LÒPEZ, PLAN ABECEDARIO Y CÒGIGO 8

Eligio Damas



El refranero popular que, por haber sido utilizado con exceso por Luís Herrera Campins, en sus tiempos de huésped de Miraflores, no perdió valor como recurso de expresión y comunicación. Y digo esto, porque por Leopoldo López, quien acusa de nazi a la gente del gobierno, habiendo sido él, uno de los iniciadores en Venezuela de aquel movimiento “Tradición, Familia y Libertad”, cabe bien decir “cachicamo llamando a Morrocoy Conchùo”.
Pero antes de hablar de los antecedentes pronazis del alcalde de Chacao, hagámoslo de los planes de la oposición, que ya han agotado todas las letras del abedecario. Pese a que cuando se refieren a cualquier plan distinto al de enfrentar al gobierno por la vía electoral, le aplican la letra “B”. Y de esa manera, de unos años para acá, han existido y existen numerosos planes identificados con esa letra, lo que en ellos mismos genera un engorro.
En el diario “El Tiempo” de Puerto La Cruz, en la página 11, del día jueves 19-06-08, aparece una declaración de López, según la cual, “Le decimos a aquellas personas que están desesperadas porque se plantee un plan B, les repito que es un plan A, es la Constitución, la gente, son los principios democráticos, no puede haber un plan B”.
Está muy bien que el Alcalde opositor, hable de democracia, Constitución y principios democráticos, como es bueno que haya reconocido que en el bando opositor, hay muchas personas, grupos y hasta organizaciones “desesperadas porque se plantee un plan B”. Porque él mismo, cambia de plan “como mudarse de camisa”.
Y es fácil entender que se refiere a eso que el periodista que le entrevistó llamó “opciones alternativas, en caso que a los inhabilitados por la Contraloría no se les permita participar en la contienda electoral como candidatos”. Solamente que al periodista se le escapó que, esos planes o cartas bajo la manga, se mantienen y mantendrán, al margen que haya inhabilitados o no; el asunto es siempre que Chávez o el chavismo ganen las elecciones y se mantengan en el poder.
Los planes B son muchos. Por eso es mejor hablar del abecedario. Comienzan por propiciar y hasta suplicar a los gringos que, por la democracia occidental, buenas costumbres y el exquisito gusto opositor que bien encarna Manuel Rosales, nos invadan. Continúan, con aquel que publicitó Orlando Urdaneta, en un corto instante de lucidez, o quince minutos de gloria, de buscarse un comando judío que con un rifle y una mira telescópica, haga pum. Y para seguir con los refranes que mucho me agradan, “muerto el perro se acabó la rabia”.
Y es también B, ya son demasiadas las menciones a esta letra, volver a traer un grupo de paramilitares, escondidos en los bolsillos de Herman Escarrà y soltarles frente a Miraflores. Por supuesto, estas acciones no excluyen guarimbas y transmisiones en vivo y en directo del canal televisivo adherente a todos los planes, tantos como letras hay.
Ni de vaina dejarán de lado a Súmate. Este organismo, incorporado permanente a uno de los tantos planes sin letra en el abedecedario ni “fecha en el calendario”, acaba de anunciar que acudirá al TSJ, a solicitar que se exija al CNE rendir cuentas de los recursos que hasta ahora ha manejado. Y el refrán ya mencionado, aquí también al pelo viene, porque ¿cómo hacer para que Maria Corina y su patota, aclaren lo relativo a sus fuentes de financiamiento, sobre todo aquellas que provienen del gobierno gringo?
Lo único que hasta ahora a la oposición no se le ha ocurrido es irse a las guerrillas. Este plan no parece tener letra alguna. Porque eso, para ellos, no que de moda haya pasado – ni de vaina se les ocurrirá coincidir con Chávez- preferirán decir que es una manera comunista de proceder y atroz; nada civilizada como una invasión a lo Irak. Por supuesto, se cuidarán de reconocer que eso de combatir desde el monte, es un sacrificio muy grande y tendrían que alejarse de Chacao, Baruta y el Hatillo, o lo que es lo mismo de los Mall, hipermercados, centros comerciales y hasta de la Gobernación del Zulia. La invasión es mejor, pues los gringos de paso usarían para ello soldados negros y centroamericanos que en Estados Unidos, andan tras el sueño americano. Es decir, para no dejar los refranes, que “cachicamo trabaje para lapa”.
Dicho todo lo anterior, volvamos a lo de nazi que mencionamos al inicio. Como el CNE habló del Código ocho (8), mediante el cual se agrupó a todos los hasta ahora inhabilitados, de manera que el sistema los ubique al intentar inscribirse para participar en las elecciones venideras como candidatos, Leopoldo López, que del asunto “sabe porque es su especialidad”, señaló al periodista que “Desconocemos ese código, aquí se marca a la gente como a los judíos en la Alemania nazi”.
El Alcalde “descubrió el agua tibia”. Desde el general Medina, a los venezolanos se les marca con un número y López tiene uno. Que busque la cartera y revise su cédula, si no está indocumentado; en este caso, debe darle gracias a Dios que en la Europa de hoy no esté viviendo. Y son muchos los documentos que llevan una cifra. El mismo como funcionario, usa esos números para múltiples fines, incluso cobrar lo que no debe.
Pero lo de nazi si está más relacionado con aquellos principios que en “Tradición, Familia y Propiedad”, en años anteriores defendió, junto a Capriles Radonski y Pérez Esclusa, como los de reimplantación de títulos nobiliarios, ilegalización de partidos socialistas y uso de la fuerza contra todo aquellos que soñasen con la revolución para dignificar a los pobres. Y no hay razones para pensar no siga en lo mismo, recordemos como violaron principios elementales del derecho internacional al invadir la embajada de Cuba.
Mientras tanto, López anuncia que continuará con su plan, que no sabemos que letra le identifica, de acudir al extranjero a “llamar a María”; para eso anuncia hablará con Obama, Clinton, Centro Carter, al cual antes él y sus socios descalificaron; por último visitará la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, donde coincidirá con Herman Escarrà y su contrabando de calorías y colesterol.
Mientas tanto, “Chávez les espera en la bajadita”.

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