domingo, diciembre 23, 2007

NAVIDAD Y ESPERANZAS CUBANAS 2007.

52/07 PUBSUR
CRÓNICAS CUBANAS.

NAVIDAD Y ESPERANZAS CUBANAS 2007.

Por Félix Sautié Mederos. E-Mail: fsautie@yahoo.com
Desde Cuba

Queridos lectores, ante todo reciban mi felicitación por encontramos en tiempo de Navidad que es tiempo de esperanza y de un nuevo renacer. Es la conmemoración del nacimiento de un niño de luz que siempre regresa con un mensaje de Paz y de Amor para todos los seres humanos sin distinción alguna. He vivido tiempos en que determinados intereses han ahogado al verdadero espíritu de Navidad, que tampoco tiene nada que ver con los que lo desvirtúan convirtiéndolo en una actividad únicamente comercial. Ese mercantilismo oportunista no forma parte del genuino sentimiento de alegría cristiana y de optimismo por el futuro de paz, amor y justicia que constituye el contenido del mensaje que Jesús de Nazaret trajo al mundo y que se renueva cada año. Es un hermoso simbolismo místico que se corresponde con todos los tiempos y que deviene anuncio de la llegada de un sublime Paradigma que nos anima a seguirle para que avancemos hacía un mundo mejor, un verdadero Reino de Paz, Justicia y Luz imperecedera. Esto y mucho más es lo que significa la Navidad con su alegría, sus fiestas, sus encuentros y sus reuniones de familia para celebrar rodeados de adornos, regalos y luces que nos alegran la vida y nos fortalecen en nuestros lazos filiales y de amistad. También es necesario plantearse que sus fiestas y encuentros navideños forman parte del sano disfrute de la vida humana, que si se elimina en nombre de lo que pudiera ser desviado, apareja consigo el desasosiego y el vacío que he visto y sentido a mi alrededor en todos estos años. Ahora en las actuales coyunturas y circunstancias del medio habanero en que me encuentro inmerso, acosado aún por la desesperanza que me rodea por todas partes, el regreso de la Navidad y las posibilidades de celebrarla públicamente, además de todo lo que significa para el mundo, nos trae a los cubanos este año una nueva luz y un aliento inequívoco en momentos en que nos aprestamos a conmemorar el décimo aniversario de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a nuestro país, que tanto significó para la recuperación de la espiritualidad en nuestro pueblo. Este año 2007 los obispos cubanos han emitido un hermoso y vibrante Mensaje de Navidad con el título de “La Esperanza no quedará defraudada”, al que quiero referirme con entusiasmo y máximo apoyo por mi parte, porque plantea cuestiones muy importantes para el difícil momento en que vivimos, ateniéndose de manera muy preclara al papel que le corresponde a la Iglesia a favor del pueblo, del amor, de la justicia y la paz, que nadie le podría escamotear. No tengo suficiente espacio para reseñarlo integralmente como sería necesario, pero me atengo a lo que considero primordial y cito unas frases claves al respecto:”Precisamente, en esta Navidad y fin de año, cuando en Cuba surgen tantas expectativas acerca de cambios necesarios que puedan mejorar y transformar la vida nacional, estas palabras cobran mayor significado, porque a través de muchos años se han acumulado dificultades que resultan agobiantes y que duran demasiado. La Iglesia Católica, como parte de nuestro pueblo, participa de esta espera y ofrece su oración y su contribución para que se encuentren soluciones reales y eficaces que favorezcan caminos de esperanza.”. Opino que este mensaje ha sido muy oportuno para el respaldo a todo el pueblo cubano que espera con angustia y desasosiego por soluciones verdaderas. Felicidades.

(PUBLICACIONES DEL SUR. JEREZ DE LA FRONTERA. PUBLICADO EN EL PERIÓDICO EL PUERTO INFORMACIÓN EL LUNES 24 DE DICIEMBRE DEL 2007)

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