viernes, noviembre 30, 2007

SI-SI NADA DE SIMPLES PENDEJADAS "PÀ CONVERSÀ"

DEBATE VENEZOLANO


SI-SI NADA DE SIMPLES PENDEJADAS “PÀ CONVERSÀ”

Eligio Damas

¡Cuánto miedo mete el cambio! Uno había intelectualizado el concepto mediante alguna lectura juvenil. Y solía largarlo por allí, con desparpajo, en cualquier tertulia o improvisado discurso. Era la etapa de los sueños hermosos acerca de un modelo de sociedad que nos hiciese a todos felices. Y pese a esto, abundaron los infelices que desecharon los sueños por el miedo al porvenir y tomaron atajos. Y uno mismo, confundido y hasta desesperanzado, empezó a pensar a tono con aquel poema negroide de Nicolás Guillén, según el cual, el mundo feliz o de de Jauja para los negros, pintado en el discurso subversivo, “son simples pendejadas, pa`conversà”.
Y el cambio genera envidia y rechazo, no sólo en la clase que concentra la propiedad y acumula riquezas groseramente, sino también entre quienes alguna vez aspiraron liderarlo y no pudieron, porque les faltó fuelle, talento y audacia. Por eso uno escucha por allí a antiguos revolucionarios, ahora conversos o simples reformistas, en el pasado llenos de buena fe, desbordarse en argumentos contra el SI - SI y el comandante Chàvez.
Es tanto el miedo y el reconcomio que genera el proyecto de reforma constitucional, no por él mismo, sino por las demandas de cambio que contiene para mejorar la sociedad e intentar hacerla más justa, que uno se asombra al descubrir personas serias y bien formadas, prodigándose en mentiras, sofismas y simplezas para justificar su oposición.
Los derechos previstos en la reforma que votaremos el 02 de diciembre, que constituyen un cambio en beneficio de los más débiles y víctimas de la injusticia, son atacados alegando que llevarán a la quiebra financiera del paìs y a las empresas del sector privado.
Argumento simplista que desconoce la bondad en beneficio de las fuerzas productivas, pues entre otras cosas se abrirán nuevas fuentes de empleo, intensificará la capacidad adquisitiva del venezolano y, en consecuencia, estimulará la producción e inversión. Que la acción contra el latifundio permite a enormes masas campesinas acceder a la propiedad, al trabajo y los beneficios que ello prodiga. Y desconoce que esta misma medida tiene efectos multiplicadores sobre la economía toda.
Y que en todo caso, desconoce que es un mandato que el Estado está obligado a cumplir por justicia. Ademàs, los opositores a la reforma constitucional, con mucho pesimismo y hasta mala intención, parten del supuesto negado, que las dificultades que aún atravesamos, por culpa de la vieja política y la pervivencia de un sistema agotado e ineficiente, no podrán ser superadas. Razonan como si jamás nuestra economía crecerá tanto como para que el Estado nuevo cumpla esas obligaciones, sobre todo cuando éste transfiera parte importante de su poder al pueblo. Si eso fuese así, nada tiene sentido.
Señalan que los cambios derivados de la nueva geometría del Poder, la disposición que crearía el Poder Popular, constituyen un atentado a la descentralización, cuando por el contrario se trata de darle poder al pueblo para que administre sus recursos, se organice y disponga a tomar la rienda de sus asuntos inmediatos. Es decir, se busca trascender el concepto neoliberal de descentralización, que apenas tímidamente concebía acercar el poder al pueblo, para entregarle a éste todo que le corresponde por derecho y soberanía. Niegan los opositores que se procura darle más dinamismo y agilidad a la administración del territorio para que, zonas de gran potencial e importancia para el crecimiento y desarrollo del paìs, dejen de estar en el abandono u olvido y hasta explotadas y destruidas por procedimientos irracionales por elementos nacionales y hasta extranjeros.
Difunden la mentira que el artículo 136, que le da rango constitucional al Poder Popular, significa derogar lo establecido en el 5º, el cual consagra el derecho al sufragio. Cuando dicha disposición continúa inalterable y seguiremos designando las autoridades como se ha hecho por años en la historia nacional. Pues no hay en la propuesta ninguna norma que modifique o derogue el arriba mencionado.
Y dicen, sin fundamento alguno, tantos disparates más, que a uno le convencen que el miedo de ellos, es nuestra fuerza para decir SI y SI.
Por eso que está en la propuesta de reforma constitucional, firmeza y disposición del comandante Chàvez y convicción del pueblo, sus fuerzas armadas, trabajadores, estudiantes progresistas, etc., el mundo soñado en el poema del gran bardo cubano, para nosotros, ya no son simples “pendejadas pà conversà”. Y eso será posible SI, sin vacilación votamos SI-SI.

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