viernes, octubre 12, 2007

Un Millón de Neoyorquinos con Hambre

Edificios emblemáticos de Nueva York se vestirán de naranja para alertar sobre el hambre Más de un millón de neoyorquinos dependen de comidas de emergencia y de la comunidad para sus alimentos
Por: Agencias Fecha de publicación: 12/10/07
El objetivo es llamar la atención sobre un problema de la Gran Manzana, donde la cara del hambre va más allá de los vagabundos que duermen en las calles.

Credito: EFENueva York, 12 octubre 2007.- Los edificios emblemáticos de Nueva York, como el Empire State o el Centro Lincoln, se vestirán de naranja para crear conciencia de que en el centro financiero del mundo y símbolo de la opulencia hay más de un millón de sus habitantes, sobre todo niños y ancianos, que no tienen qué comer."!Ponte de naranja!" es el nombre con el que el Banco de Comida de Nueva York lanza esta campaña, durante la semana del 15 al 19 de octubre, y que teñirá de ese color, mediante luces, edificios como el famoso Empire, la fuente Revson del centro de espectáculos Lincoln, las torres de la compañía de electricidad ConEdison en Union Square y la de Nasdaq en el sector turístico de Times Square.El objetivo es llamar la atención sobre un problema de la Gran Manzana, donde la cara del hambre va más allá de los vagabundos que duermen en las calles."Más de un millón de neoyorquinos dependen de comidas de emergencia y de la comunidad para sus alimentos. Son un grupo que está en riesgo de padecer hambre, ya la sufren o necesitan de estos programas" para sobrevivir, declaró hoy a Efe el vicepresidente del Banco de Comida de Nueva York, Carlos Rodríguez.Esa entidad sin ánimo de lucro distribuye alimentos que reciben de iglesias y otras organizaciones a niños y mayores de 65 años, ya jubilados, en Nueva York."Uno de cada cinco niños depende de una cocina comunitaria o una dispensa de alimentos para sobrevivir en esta ciudad", precisó Rodríguez.Añadió que "la necesidad no discrimina. Cada día vemos más y más gente que pierde sus ingresos. Los que más participan en los programas de comida son familias con niños y retirados".

El vicepresidente del Banco de Comida señaló que parte de esa situación de carestía que afecta a muchos hogares se debe al incremento en los precios de los alquileres de vivienda en la ciudad.Nueva York es una de las ciudades más caras del mundo en el área de bienes raíces, donde en Manhattan el precio medio de un apartamento está en torno a los 12.000 dólares por metro cuadrado.Esos elevados precios y la carencia de viviendas sociales de alquiler hace que muchas familias, sobre todo las de nuevos inmigrantes, opten por compartir apartamento para dividir los gastos."El hambre en esta ciudad y en la sociedad es un símbolo de la pobreza. No alcanza el dinero y muchas familias tienen que decidir entre pagar los gastos o poner comida en la mesa para su familia. Esa es la realidad en que viven muchos en esta ciudad", aseguró Rodríguez.Según un reciente estudio de la Coalición Contra el Hambre de Nueva York, otra entidad sin ánimo de lucro, durante 2006 hubo un promedio de 1,3 millones de personas, incluyendo más de 400,000 niños, que vivían en hogares donde no había suficientes recursos para alimentarse de forma adecuada.Esa organización señaló además que datos de la Administración de Recursos Humanos de la ciudad -que cuenta con un total de 8,2 millones de habitantes- muestran que en 2006 sirvieron a través de sus programas 323.000 comidas más que en 2005.

El Banco de Comida de Nueva York, el más grande de la Gran Manzana, provee alimentos a más de mil programas de iglesias y organizaciones en los cinco condados.En algunos de esos programas se sirve comida caliente en instituciones y en otros se entregan los alimentos a las familias para que ellos los preparen en su casa.La dotación financiera del Banco procede de una asignación de fondos federales, de la ayuda del gobierno local y de donaciones de empresas privadas de alimentos.Sin embargo, un recorte de los fondos federales en los últimos tres años ha mermado en casi 5.500 toneladas las reservas del Banco disponibles para esos programas, por lo que la organización lanza la campaña "¡Ponte de naranja!", según Rodríguez."En esta época solemos tener 3.632 toneladas de alimentos en los almacenes, pero ahora tenemos 1.362", explicó Rodríguez, que señaló que la meta del Banco es servir al menos un millón de comidas en la temporada navideña.Durante la próxima semana, empleados de empresas que apoyan la iniciativa trabajarán con camisetas o corbatas naranja y se espera que las empresas donen alimentos para aumentar la reserva.Por cada dólar que recibe el Banco, podrá servir cinco comidas y por cada cien dólares, distribuir alimentos para 500."Mucha gente dice que en Nueva York', la ciudad de la riqueza, no hay gente con hambre ¿Cómo va a ser? Pero sabemos que sí, que el hambre existe en esta ciudad. El mensaje es que se sepa y que se hagan donativo", indicó Rodríguez.

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