lunes, octubre 29, 2007

CUANDO LA ESPIRITUALIDAD SE AHOGA

43/07 PUBSUR
CRÓNICAS CUBANAS.

CUANDO LA ESPIRITUALIDAD SE AHOGA.

Por Félix Sautié Mederos. E-Mail: fsautie@yahoo.com

Queridos lectores, con motivo del tema ¿Espiritualidad en una sociedad sin clases? publicado por el padre Alberto García s.j. director de la Hoja Vida Cristiana que dominicalmente se reparte en las iglesias cubanas, he estado comentando durante mis últimas crónicas sobre la espiritualidad en Cuba porque es un asunto extenso y profundo. Es algo además de validez universal, ya que la espiritualidad constituye una dimensión inherente a la vida humana que cuando se deja a un lado o se prohíbe por parte de los que ejercen los timones de mando de la sociedad, se daña sensiblemente a la persona en su conjunto; y entonces, las consecuencias nocivas y adversas no se hacen esperar. Precisamente es por eso que el planteamiento del padre Alberto en medio de las actuales circunstancias en Cuba, en las que se ha abierto una posibilidad de expresar los problemas acallados durante largos años, adquiere especial significación y dice mucho de su valentía y de su compromiso profético. En este caso el padre Alberto asumió la tarea de alzar su voz en un momento decisivo con el propósito de llamar a las conciencias de los que tenemos sensibilidad para entender lo dañino que es mantener a una sociedad sin espiritualidad o con espiritualidad tergiversada, prohibida, sometida y/o ahogada. Es lamentable que en la prensa local no se puedan expresar abiertamente estos temas y en consecuencia utilizo el recurso que me es posible. El problema sobre el que quiero llamar la atención hoy, continuando mi respuesta al planteamiento del padre Alberto, es el de la educación de la juventud y la pérdida de valores de que tanto se por aquí. Precisamente cuando se están diciendo cosas reprimidas por largo tiempo con la esperanza de que sean incluidas dentro de una agenda para el cambio y las reformas que impidan un derrumbe total de la sociedad, es importante recordar aquel refrán que plantea que quien siembra vientos recoge tempestades. En este orden de cosas, tenemos que el haber identificado el proyecto social con el ateísmo científico y haber excluido toda posibilidad de espiritualidad en la formación de los jóvenes, por las causas que fueran, ha tenido un resultado de vacío, desesperanza, así como incredulidad incluso para las cuestiones del mundo material y los valores perdidos, que urge recuperar. El juicio de la Historia habrá que realizarlo, pero es evidente de que algo hay que hacer mientras tanto para recuperar la espiritualidad inherente a nuestra condición de seres humanos. Algo que requiere del esfuerzo de todos para estimular la sensibilidad necesaria que aporte valores trascendentes en contra de la doble moral, el oportunismo y la falsedad de vida que justifican entre otros daños, la apropiación sin principios de los bienes de propiedad social y que coadyuvan a una corrupción galopante que se ha evidenciado durante los debates que se realizan en la base,. El Cristianismo es un aliado Moral del que nunca se debió de prescindir. Es el aliado al cual se excluyó y se le negó los accesos a los medios de comunicación y a las instancias de educación y formación de la juventud, que en justicia le corresponde por estar presente en la conformación de nuestra nacionalidad. Hay fórmulas para lograrlo sin violar el carácter laico del Estado con el cual estoy de acuerdo y defiendo plenamente; el problema está en la voluntad de ser justos con la verdadera identidad nacional y con los sentimientos que subyacen en lo más profundo de nuestro pueblo. Dar a la César lo que es del César y a Dios lo que es Dios.

(PUBLICACIONES DEL SUR, JEREZ DE LA FRONTERA, PUBLICADO EN EL PERIÓDICO EL PUERTO INFORMACIÓN EL LUNES 29 DE OCTUBRE DEL 2007

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