domingo, julio 01, 2007

INSTITUTO NACIONAL DE CENSURA- PERU

Por WINSTON ORRILLO

Las nada sorprendentes declaraciones del Excelentísimo señor Presidente de la República “democrática” del Perú, doctor Alan García Pérez, consignadas en titular de primera página en Perú21 y en discreta página 11 de La República, en las que manifiesta su apoyo –total y absoluto- a la censura ejercida contra los cuadros (publicados y no comentados en su momento)en la prensa de circulación nacional) del pintor Piero Quijano, obligan a un replanteo de la situación que, hasta el momento, se presentaba en nuestro medio.

1.- Nos hace pedirle disculpas, públicamente, a la distinguida señora Cecilia Bákula, jerarca y negrera del INC (que acaba, jubilosamente de ser rebautizado, como INSTITUTO NACIONAL DE CENSURA). Las disculpas vienen a cuento porque ella no cumplía solo las órdenes del recién graduado en el Instituto de Arte del Pentágono –con sede en Panamá- general Donayre, sino que, en realidad, con el poder espiritual que le da su condición de médium del Opus Dei o de Avanzada Católica (no da lo mismo, pero en fin) , había leído el pensamiento del Primer Mandatario, y, como todos los jerarcas nazis que pasaron por Nuremberg, en realidad solo cumplió ordenes, claro que un poco obtenidas por medios nonc santos.

Lo cual, por cierto, no nos exime de preguntarle por qué cobra, puntualmente, el jugoso sueldo del BCR (BANCO CENTRAL DE RESERVA) si ahora está en el franciscano podio del INSTITUTO NACIONAL DE CENSURA. Sugiero que los excedentes de éste, frente a aquél, se destinen a devolver los negreros descuentos que ordenó se hagan a los bailarines que se atrevieron a levantar su voz –perdónelos, se equivocaron, creyeron que estaban en una democracia: eso les pasa por ver demasiado el canal 5 del Al Capone de los medios, señor (perdón por la exageración) Genaro Delgado Parker. ¡Ah, con lo que éste va a pagar al Estado Peruano, también, se podrían devolver los injustificados descuentos y las horas extras y la movilidad de los sacrificados artistas de los conjuntos nacionales del INC!

2.- Nos obliga a explicar a algunos que no entienden cómo la censura puede ejercerse nada menos que en el hábitat del más grande pensador del Perú y América, José Carlos Mariátegui La Chira. Éstos mal informados no saben que la Casa Museo, por obra de la miseria de nuestro medio, desde hace algún tiempo (desgraciado tiempo) depende del INSTITUTO NACIONAL DE CENSURA, el que nombra a su Director. Pero, claro, tengo la impresión que esto se hizo en tiempos en que el INC era, más o menos, INSTITUTO NACIONAL DE CULTURA, y no la caricatura ominosa de hoy. Me refiero a los tiempos en que su cabeza visible era un hombre que sí pensaba y sí sabía luchar, como mi colega sanmarquino, Dr. Luis Lumbreras, que hoy está en una pelea pública contra los gringos saqueadores de la Universidad de Yale, los que depredaron Macchu Picchu. Pero los tiempos cambian y la dialéctica no siempre va para adelante: ¡baches históricos, que algunos dirán!

De aquí la presencia del pintor Armando Williams, nombrado por el actual INC, quien tuvo la hidalguía de renunciar frente al atropello sin nombre que significaba la censura; pero es que AW no había leído –inocente, el pobre- el Manual de Funciones de un curador que no era sino el de un….censor. Su culpa es haber obrado con libertad de criterio. ¡Qué se habrá creído este pintorcito! Piensa que porque ha estado en Nueva York, cerca de la Estatua de la Libertad… (con sus reparos, verdad, si no pregúntenle a mi compadre Michael Moore). Bueno, pues, señor Williams, dicen que dijo la “condesa”, usted es el culpable…y se escuchan las notas del conocido bolero: “Usted es la culpable…”

3.- Piero Quijano, me cuentan mis amigos de La Cachina, está que baila en un pie: súbitamente, la estupidez de siempre, lo ha catapultado. De ser un buen pintor y un excelente caricaturista, conocido por críticos y público relacionado, ha pasado a ser figura pública, mencionado nada menos que por “potrillo domado”, como lo llama mi amigo, el doctor GR, una de las víctimas de los despidos arbitrarios que, en su coto de caza, ejerce la condesa del Opus o de Avanzada Católica, que, en ninguna de sus más negras pesadillas, hubiera pensado que su destino de hija de un digno Embajador de la República, como don Juan Miguel Bákula y Patiño (ojo no se olviden la decisiva conjunción copulativa “y”) iba a acabar esperando los favores del apestoso (así le llamaban, otrora, los de su alcurnia) Partido de la avenida Alfonso Ugarte. ¡Cómo cambian los tiempos, pelona!, y aquí recordamos a un afrodescendiente (ya no se dice negro, no lo olviden. Lean, pues, a la RAE: Real Academia Española de la Lengua). Ese afrodescendiente era el inolvidable Nicomedes Santa Cruz, por favor. ¡Potro y de los bravos, y no como los de caricatura de hoy….por más que se pongan poncho y digan que son de “cuatro viajes”…!

4.- La censura fue realizada, ejecutada, por dos funcionarias del INC, también catapultadas a la súbita fama que da lo mediático. Pero ellas no son, en absoluto, culpables: defendían sus frejoles. Porque, el estar cerca de la Condesa de marras, ya las hacía, ampliamente, conocedoras de sus histerias, de sus bajezas, de su disciplina fascista: opus o avanzada, lo repetimos. ¡También cumplían órdenes, como su jefaza! Del que, sí, no me dan buenas referencias, es de un tal Ugaz. Lo vamos a someter al Detector de Mentiras, o recogeremos informaciones de nuestros amigos infiltrados en el Servicio de Inteligencia. Parece que es una alimañaza que se las trae. Sujeto a rectificación, por cierto.

5.- La reacción en el Perú, en nuestro medio cimbreante, ha sido de anotar. Primero un silencio tanto culpable como culposo. Lanzamos nuestra primera bazooka que, como ésta, no tiene el deshonor de aparecer en la prensa de circulación nacional, pero que le aprovecha, al enemigo, la Tecnología de Punta. Para eso están los periódicos virtuales no solo del Perú sino de varias partes del mundo, y los reproductores espontáneos, como ustedes, que leen esto y creen que merece el honor de ser difundido.

Así, poco a poco, vimos que, al principio, los mismos medios donde había colaborado el censurado Piero Quijano estaban reticentes. Poco a poco Perú21 abrió sus puertas. Y hasta su director editorializó, recordando sus tiempos de incendiario, ahora que tiene que hacer de bombero, por los gajes de estar en un diario de la cadena de El Comercio. (Su prontuario es conocido). Tanto que solo en su suplemento sabatino, Somos han aparecido dos excelentes colaboraciones de Ghibellini y Rafo León, y en la sección Cultural de hoy (escribo el domingo 1 de julio de 2007), perdida entre las líneas de una crítica de arte, la opinión de la estimable crítica Élida Román. Antes habíanse recogido las opiniones, en Perú 21 de F. de Szyslo y Luis Lama, y del sicoanalista Bruce, que ha mejorado muchísimo de cuando era acérrimo e irracional crítico -no sé si motu proprio- de Humala. José Miguel Oviedo asimismo ha criticado al Presidente. De igual modo, Javier Diez Canseco y Nelson Manrique: para éstos, el otrora Caballo Loco, ha entrado en razón en las caballerizas de la Fuerza Armada Peruana. “La República”, al principio, fue muy reticente. Luego recogieron las opiniones de Chichi Sanseviero y de Escribano, entre otros, amén de un reportaje en su suplemento dominical de hoy, en el que vemos a un Piero Quijano un poco evasivo. No sabemos si por obra del editor o porque ya está presentando sus obras en una galería barranquina de nombre surrealista: La culpable, situada en 101, de la calle Sucre, de Barranco. Es de notar que el matutino del jirón Camaná ha sido uno de los más delirantes críticos de la supuesta censura que, en Venezuela, se ha ejercido contra la cloaca golpista, perdón, el canal RCTV. Pero aquí, en el Perú, ejem, ejem…

En la TV, Canal 2 ha criticado la censura: el problema es que este canal critica todo lo del Gobierno para que éste le perdone una millonaria deuda que, por concepto de impuesto, tiene su propietario, el sionista B. Ivcher. Veremos si le resulta más barato, al aparato político del Gobierno, condonar esa deuda, y, de ese modo, tiene a otro canal genuflexo, como el 5, del no prontuariado (por su edad) Delgado Párker.

Por la red, sí, las opiniones son unánimes en cuanto a la censura contra la censura, pero todo esto antes de conocer el úkase de Su Excelencia.

Producido éste, hemos escrito: ¡ajustarse los cinturones de seguridad!

El Presidente dice que hay que usar las calles y las casas particulares para exponer las críticas a su desgobierno.

El problema es que el tambaleante Primer Ministro se ha convertido en experto, junto con el del Interior, en arrear a la Policía (que ya amenaza con una huelga) para que despeje las calles, y se favorezca la libre circulación de la censura, digo, es un decir…

Mientras tanto, la oposición política tiene la estulticia de no darse cuenta que el presente es un tema neurálgico, que podría ser muy bien aprovechado para desnudar la naturaleza antidemocrática de un Régimen que ha hecho de la trapacería, la coima, la desvergüenza y la añagaza sus mejores cartas de presentación. Y que se ufana de la riqueza de las cifras macroeconòmicas, mientras la miseria, la tuberculosis y el desempleo medran en las ciudades y en los campos, y la política de la misericordia y la limosna quieren ser impuestas como una panacea.

Y el frío, que es sinònimo de la pobreza, seguirá matando a nuestros hermanos, mientras las trasnacionales y los empresarios –coqueros muchos de ellos- gozan con sus sobreganancias, y los services (creación de su anterior Gob ierno) amplìan sus despiadadas fuentes de explotaciòn y el TLC amenaza con arrasar lo poco que queda de industria nacional.

Requiescat in pace, pues, no solo con la cultura.

Ésta es, apenas, la punta de un iceberg que, poco a poco, será develado.

Por eso es importante, para esta caricatura de Gobierno, que se oficialice, que se internalice la censura. No le falta, pues, razón al que ocupa el Palacio de Pizarro, con el sagrado y único encargo de ejecutar las órdenes del amo de Washington.

Por eso hay que difamar a los maestros, por eso hay que ningunear a los científicos, por eso hay que escarnecer a los artistas.

La cultura es un arma de lucha, es un camino a la transformación definitiva de nuestras repúblicas. ¿Saben quién me lo dijo?

Un afrodescendiente, el doctor AntonioPreciado, titular en el recién creado Ministerio de Cultura de Ecuador. Estábamos en un desayuno de trabajo, en la ciudad de Cochabamba, en el nuevo Bolivia de Evo Morales, hace apenas unas pocas semanas.

No hay comentarios.: